WILLIE B. PLANAS - (2013) Landscapes & still life

Por segundo año consecutivo una publicación de la discográfica Two Mad Records ha tocado mi fibra más sensible. Si el año pasado fue el fabuloso “Orbit one” de Paul Zinnard (que por cierto, es el encargado del bajo y de la excelentísima producción en este trabajo), en este 2013 ha sido lo novísimo de WILLIE B. PLANAS, totalmente desconocido para mí hasta hace bien poco y del que tras interesarme por su trayectoria he descubierto que se trata de un polifacético músico que además de violochelista fue guitarrista en The Pauls. 

“Landscapes & still life” es su segundo álbum donde se aleja del tono acústico que por lo que tengo entendido imperaba principalmente en su primera grabación en solitario. Desde la inicial audición quedé seducido por la singular homogeneidad que desprende. Esa previa sensación comenzó a asentarse de forma sorprendente en sucesivas escuchas hasta límites que poco habría imaginado, ganando y ganando en emoción y en la huella que la música popular puede dejar en el alma. 

Es más que probable que a ojos cerrados de muchos oyentes se pudiese asociar este trabajo con multitud de clásicos de sonidos americanos. Pero son los matices bluseros, sureños e incluso de pop o de jazz los que unidos a las bellas melodías, a los arreglos y a la utilización de instrumentos como la armónica o un órgano Hammond que suena de ensueño quienes confieren a todo el álbum un acabado brillantísimo a mi gusto, repleto de sensibilidad y de grandeza. 

Si “Rings of Saturn revisited” nos hace pensar en un sofisticado blues, la sensibilidad del pop-rock más elegante queda patente en “Modern art” o “Castaway”, cosa que se incrementa en “Running naked” (quizás el temazo del disco dentro de la sobresaliente uniformidad lineal). Lo completan  “Living longer, moving faster” con ese toque Petty hasta ir cerrando el círculo en una zona progresivamente más acústica con “Diamond eyes”, “Old-timers know” y “The beauty was a beast”. 

Recomiendo encarecidamente este producto de aquí que suena a bastante de allí. No hagan ascos por no tratarse de un artista poco popular. A los hechos me remito. Es muy posible que más de un lector del presente que decida darle una oportunidad me lo agradezca. Este disco del 2013 ha llegado para quedarse, y es posible que pueda acabar entre los mejores a finales del mismo.